Publicado en octubre 2019
EL PODER DE LO PEQUEÑO: HAY QUE ACTIVAR EL POTENCIAL DE LAS PYMES
Las microempresas y las pequeñas y medianas empresas (comúnmente conocidas como pymes) engloban más de dos tercios de la totalidad del empleo en el mundo y, además, generan la mayor parte de los nuevos puestos de trabajo.
Pese a ello, las pymes continúan enfrentándose con importantes desafíos en lo que concierne a las condiciones de trabajo, la productividad y el nivel de informalidad de sus actividades.
Esta InfoStory le permitirá conocer de qué manera la OIT está brindando apoyo a las pymes a fin de que estas empresas alcancen su máximo potencial, contribuyendo a mejorar el futuro del trabajo para todos.
El poder de lo pequeño
Las pymes son unidades que tienen, por lo general, menos de 250 empleados. En muchos países, más del 90% de la totalidad de las empresas pueden considerarse pymes, y gran parte de éstas se sitúan en la categoría de microempresas, al operar con menos de diez empleados.
Pese al reducido tamaño de cada unidad por separado, los nuevos datos compilados por la OIT muestran que, al ser consideradas conjuntamente, la actividad de las microempresas y las pequeñas empresas, sumada a la de los trabajadores por cuenta propia, alcanza la asombrosa tasa de 70% del empleo mundial. Por otra parte, las empresas con menos de 100 empleados generan más del 50% de los nuevos puestos de trabajo en todo el mundo.
En este período en que nos esforzamos por alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y aplicar el Programa de Trabajo Decente de la OIT, no podemos permitirnos ignorar el potencial de las pymes y los desafíos que éstas tienen ante sí.
Motores del desarrollo
En todos los países, las pymes no sólo crean empleo, sino que actúan también como motores del crecimiento económico y el desarrollo social. En la mayoría de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), las pymes representan más del 50% del producto interior bruto (PIB), índice que alcanza hasta un 70% según algunas estimaciones mundiales. Tal contribución al PIB varía en función de los sectores, y es particularmente elevada en los servicios, sector en el que las pymes aportan como mínimo el 60% del PIB en prácticamente todos los países de la OCDE.
Además, las pymes tienden a contratar a una mayor proporción de personas pertenecientes a grupos con menos oportunidades de encontrar empleo, como los jóvenes, los trabajadores de edad y los trabajadores menos calificados.
Comprender el desafío
Las pymes son esenciales para el futuro del trabajo, no sólo desde la óptica de la creación de empleo y el crecimiento económico, sino también como motores de la innovación y la competencia en los mercados. Dicho esto, las grandes empresas tienen más capacidad para invertir en formación y equipamiento, pagar salarios más altos y ofrecer mejores condiciones de trabajo, superando así a las pymes en términos de productividad y calidad del empleo.
En los países en desarrollo, esta brecha de productividad conduce a la generación de ingresos bajos, la informalidad y a un nivel de crecimiento escaso. Para colmar esta brecha, primeramente debemos comprender los problemas que se plantean a las pymes, tanto para los empleadores como para los empleados, en el contexto de los desafíos más amplios a los que hoy se enfrenta el mundo del trabajo.
Perspectiva del empleador
Dirigir una pequeña empresa puede ser complejo, incluso cuando las condiciones son favorables; pero cuando el entorno empresarial es negativo, la productividad y la innovación se resienten verdaderamente. En nuestro estudio se muestran algunos de los principales desafíos para los empleadores:
Particularidades del entorno normativo
Las reglas innecesariamente complejas, las regulaciones impredecibles y las estructuras de apoyo ineficaces generan obstáculos para las pequeñas empresas e impiden su crecimiento.
Dificultad de acceso a la financiación
Las pynes suelen tener costos de transacción y tipos de interés más elevados que las empresas de mayor tamaño, lo que restringe su capacidad para obtener financiación exterior.
Déficit de competencias laborales
Las pymes padecen déficits de competencias, tanto a nivel directivo como de la fuerza de trabajo. La escasez de recursos y conocimientos y el temor a que el personal sea captado por los competidores hacen que estas empresas inviertan generalmente menos en la formación del personal.
Dificultad de acceso a la infraestructura
A menudo, las pequeñas empresas no tienen acceso a infraestructuras básicas, como servicios de agua potable y electricidad, y carreteras. También es frecuente que se hallen excluidas de las redes empresariales y de empleadores, y que carezcan de los recursos necesarios para utilizar las nuevas tecnologías digitales.
Perspectiva del trabajador
En lo tocante a la mayoría de los aspectos relacionados con la calidad del empleo, la situación de las pymes es peor que la de las empresas de mayor tamaño. Para los trabajadores de las pymes, los principales problemas son:
Salarios más bajos
En los países europeos, los salarios de las pymes son inferiores en un 20-30% a la media nacional. La situación en el Japón y los Estados Unidos es similar. Por otra parte, la brecha salarial entre las pymes que son propiedad de hombres y las que pertenecen a mujeres persiste en todo el mundo.
Ausencia de seguridad social
En muchos países de ingresos bajos y medianos, las pequeñas empresas no tienen la obligación de contribuir al sistema de seguridad social debido a su reducido número de empleados. Además, la actividad de muchas pymes se desarrolla en la economía informal, por lo que sus trabajadores quedan al margen de dicha protección.
Nivel insuficiente de seguridad y salud en el trabajo
El estudio realizado muestra que el entorno laboral entraña mayores peligros en las pequeñas empresas que en las de mayor tamaño. En Europa, el 82% de todas las lesiones profesionales y el 90% de la totalidad de los accidentes mortales se producen en las pymes.
Relaciones laborales más frágiles
Las relaciones laborales y la negociación colectiva desempeñan un papel importante a la hora de mejorar la seguridad en el empleo y las condiciones de trabajo. Ahora bien, en las pymes el nivel de afiliación sindical es bajo y no suelen entablarse negociaciones colectivas.
Panorama general
El mundo del trabajo atraviesa una fase de fuertes perturbaciones, en la que muchos desafíos, tanto antiguos como recientes, están haciendo fuerte mella particularmente en las pymes. Ahora bien, si se adopta una óptica adecuada, un desafío puede convertirse en una oportunidad.
El programa de la OIT para un futuro del trabajo centrado en las personas nos da la pauta de cómo transformar dichas perturbaciones en cambios positivos.
Ecologización
Las pymes son un elemento indispensable para lograr la sostenibilidad ambiental. Además de su impacto en el medio ambiente, poseen la clave para diseñar soluciones locales al cambio climático. Sin embargo, para muchas pequeñas empresas, el proceso de ecologización de su actividad se ve limitado por los costos adicionales que entraña y por la falta de sensibilización al respecto.
Al crear conciencia sobre los beneficios que aporta la ecologización y al dotar a las pequeñas empresas de las competencias que precisan para alcanzar esa meta, podemos hacer realidad una transición justa hacia un futuro ambientalmente sostenible.
Iniciativa empresarial de las mujeres
Las mujeres poseen y están a la cabeza de hasta un tercio de todas las empresas que operan en la economía formal en todo el mundo; además, millones de mujeres dirigen pequeñas empresas informales en las economías en desarrollo.
Las mujeres continúan esforzándose por desarrollar una actividad empresarial exitosa a pesar de los escollos con los que se topan, como la discriminación y el acoso en el trabajo, el hecho de asumir el grueso de las responsabilidades domésticas y, por supuesto, la persistencia de la brecha salarial de género. Imaginemos, pues, a dónde podrían llegar en igualdad de condiciones…
Economía informal
La mayoría de las PYME son también empresas informales, que proporcionan sustento al 60 por ciento de los trabajadores del mundo. Desafortunadamente, el empleo informal se suele caracterizar por bajos salarios, malas condiciones de trabajo y falta de seguridad social.
La productividad de estas empresas también tiende a ser baja, y a menudo no pueden acceder a la financiación y los mercados, lo que refuerza su carácter informal. Al abrir vías hacia la formalidad y el crecimiento sostenido de la productividad, podemos generar más empleos de mayor calidad, mejorar los servicios públicos al ampliar la base impositiva y crear una cultura global de buena ciudadanía y cumplimiento de las leyes laborales.
Economía digital
El rápido desarrollo digital es un factor que perturba en gran medida todos los sectores e industrias. Para las PYME, las tecnologías digitales pueden perfeccionar las prácticas de gestión, mejorar la información sobre el mercado y generar un acceso virtual a las cadenas de valor regionales y mundiales.
Sin embargo, muchas PYME carecen de las competencias laborales y los recursos necesarios para aprovechar tal oportunidad. Al brindar apoyo a las PYME en la transición al universo digital, podemos lograr que las pequeñas empresas se beneficien de las nuevas tecnologías sin que esta nueva realidad constituya un riesgo para el trabajo decente.
Ayudar a las PYME a prosperar
La OIT ha venido ayudando desde hace muchos años a las pymes a prosperar brindando capacitación en todos los niveles, apoyando la iniciativa empresarial, fomentando un entorno propicio y haciendo posible el acceso de las poblaciones vulnerables al mercado.
A continuación, se describen algunos de nuestros programas:
Reforzar las cadenas de valor
Ninguna actividad comercial es independiente de su contexto. Una cadena de valor describe cómo las empresas, las actividades y otros actores crean el valor necesario para llevar un producto desde la idea inicial a su mercado final.
La OIT ha adoptado un enfoque sistémico del desarrollo de las cadenas de valor, identificando y eliminando las causas subyacentes a las deficiencias observadas en el mercado, a fin de generar beneficios para los actores en cada eslabón.
Al reforzar las cadenas de valor aumentan las ganancias y la productividad de las pymes, lo que les permite crear más y mejores empleos en su comunidad. Asimismo, este enfoque asegura un crecimiento sostenible y mayores beneficios para las personas pobres.
El efecto dominó
La OIT defiende una visión del futuro del trabajo centrada en las personas. Se reafirma, pues, que el trabajo no es una mercancía, y los derechos, necesidades y aspiraciones de las personas se mantienen en el centro de cada programa y política.
Al prestar apoyo a las pymes con miras a dar respuesta a los desafíos a los que se enfrentan y superarlos, la OIT mejora los medios de vida de las personas que las dirigen, de quienes trabajan para ellas y de todos aquéllos que confían en los productos y servicios que brindan estas empresas. En efecto, dar apoyo a las pymes genera efectos positivos de gran alcance para las familias, las comunidades y los países.
El futuro es pequeño, el futuro es maravilloso
No es posible dejar a las pymes atrás. Es evidente que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible no puede hacerse realidad sin estas empresas. Habida cuenta de su fuerte presencia en todo el mundo y de su enorme relevancia para el desarrollo social, económico y ambiental, si no les brindamos apoyo a fin de que alcancen su pleno potencial, el futuro del trabajo ofrecerá un panorama desolador.
Por el contrario, una vez que comenzamos a dar grandes pasos para apoyar a las pequeñas empresas, dicho futuro se vuelve verdaderamente prometedor y hermoso.