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ORGANIZACION INTERNACIONAL DEL TRABAJOEquipo Técnico Multidisciplinario (ETM)Pueblos Indígenas |
Ministerio de Relaciones Exteriores de Dinamarca
ESTRATEGIA PARA EL APOYO DANÉS A LOS PUEBLOS INDÍGENAS
Prólogo
En relación con un debate de consulta realizado el 23 de noviembre de 1993 sobre el seguimiento del Año Internacional de las Naciones Unidas para los Pueblos Indígenas, el Parlamento danés ("Folketinget") adoptó un orden del día en el que, entre otros puntos, se invitó al Gobierno danés a presentar durante la siguiente sesión anual una estrategia integral para un apoyo danés más amplio y eficaz a los pueblos indígenas del mundo.
Es por ello que la estrategia fue elaborada en un lapso de tiempo muy reducido, situación que desde luego ha limitado la recolección de datos y los esfuerzos de análisis que sirven de base para la estrategia misma. Los elementos de fondo sobre los que se basa la estrategia se encuentran en un Análisis de Situación y Perspectivas que se presenta por separado y simultáneamente a la estrategia.
Se ha aspirado a implicar en el proceso de estrategia el conocimiento y la experiencia sobre los pueblos indígenas de que disponen los diferentes sectores de la sociedad danesa. Así, en marzo y mayo de 1994 el Ministerio de Relaciones Exteriores celebró un número de reuniones en las que la Oficina del Gobierno Autónomo de Groenlandia en Dinamarca, una serie de Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) de ayuda a los países en desarrollo, representantes de las universidades y del medio de investigación, así como otras partes interesadas tuvieron la ocasión de presentar sus puntos de vista y discutir los elementos principales del proyecto de estrategia. En el mes de junio la estrategia fue remitida a la Comisión de Política Exterior a fin de obtener los criterios de la Comisión. Quiero aprovechar la oportunidad para agradecer a las numerosas personas implicadas que se interesaron profundamente por la estrategia y contribuyeron a su elaboración.
MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE DINAMARCA
Julio 1994
Helle Degn
Ministra de Cooperación para el Desarrollo
1. Contexto
Sobre la base de un documento de consulta presentado por todos los partidos, el Parlamento danés realizó el 23 de noviembre de 1993 un debate sobre el seguimiento del Año Internacional de los Pueblos Indígenas (1993) auspiciado por la Organización de las Naciones Unidas.
En su respuesta, la Ministra de Cooperación para el Desarrollo describió la ayuda danesa prestada hasta entonces a los pueblos indígenas, y puso de relieve el deseo del Gobierno de ampliar el esfuerzo danés en ese campo. Ademas, la Ministra de Cooperacidn para el Desarrollo subrayó la base de experiencia que Dinamarca había desarrollado junto con Groenlandia en lo que se refiere a la defensa de los intereses de los diversos pueblos indígenas en el marco de una comunidad nacional más amplia.
Durante el debate se hizo referencia a los atropellos que en muchos lugares siguen cometiéndose contra los pueblos indígenas y que amenazan su existencia e identidad cultural. La necesidad de ampliar el esfuerzo danés en apoyo a los pueblos indígenas logró un acuerdo general.
El Parlamento aprobó por unanimidad el orden del día motivado que se presenta a continuación:
"El Parlamento queda enterado del informe del Gobierno acerca de las consideraciones sobre el seguimiento del Año Internacional de las Naciones Unidas para los Pueblos Indígenas de la ONU (1993).
El Parlamento subraya la necesidad de que Dinamarca promueva activamente el mejoramiento de las condiciones y derechos de los pueblos indígenas, e invita al Gobierno a:
2. Marco de la política de ayuda para el desarrollo
La ley no. 297 de 1971 sobre Cooperación Internacional panel Desarrollo, acompañada de enmiendas posteriores, representa conjuntamente con los órdenes del día del Parlamento danés (siendo el último el presentado el 22 de marzo de 1994), el informe de la Comisión de Política Exterior de mayo de 1989 y la estrategia gubernamental "Un mundo en desarrollo. Estrategia para la política danesa de desarrollo hacia el ano 2000"- el fundamento político de la cooperación danesa para el desarrollo.
Como principio fundamental, se mantiene la orientación de la lucha contra la pobreza. Los objetivos de la ayuda danesa al desarrollo son los de contribuir al apoyo a los Países en Vías de Desarrollo (PVDs), para que éstos alcancen un desarrollo sostenible que se base en un mejoramiento de las condiciones de vida a través de un crecimiento económico socialmente equilibrado, y en el respeto por la independencia política y la igualdad de oportunidades y libertades de los individuos. Por consiguiente, el propósito es lograr un mejoramiento permanente de las condiciones económicas y sociales de los grupos poblacionales del mundo más pobres, a través de un esfuerzo metódico, eficaz y a largo plazo que apoyará a los países en cuestión en su propia movilización de recursos humanos y naturales.
Los principios generales que atraviesan la ayuda danesa son, primero, que se atiende el aspecto de la mujer, de forma que el papel económico y social de las mujeres obtenga una posición central en el proceso de desarrollo. En segundo lugar, que las consideraciones medioambientales deben ser integradas en la ayuda, con la finalidad de asegurar que la coherencia entre el medio ambiente y el desarrollo quede totalmente incorporada en la ayuda danesa al desarrollo orientada hacia la lucha contra la pobreza. En tercer lugar, la promoción de los derechos humanos debe ser una meta en sí, y la democratización ha de contribuir a una participación popular en el desarrollo social, con la finalidad de crear unas condiciones sociales estables y duraderas.
A través de la estrategia más reciente, "Un mundo en desarrollo", se reconoce la necesidad de llevar a cabo actividades especiales en atención a grupos especialmente vulnerables, con inclusión de los pueblos indígenas:
"Con la presente estrategia se ha introducido la posibilidad de apoyar actividades realizadas por ONGs danesas y dirigidas particularmente a grupos poblacionales especialmente vulnerables en los PVDs que dispongan de un Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de hasta USD 2.500. Así mismo, en base a evaluaciones concretas de casos individuales, se pueden hacer excepciones del límite mencionado de un PIB de USD 2.500 con respecto a la ayuda, incluyendo la ayuda a través ONGs, a los pueblos indígenas" (página 80).
A manera de seguimiento de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (UNCED), celebrada en Río de Janeiro en junio de 1992, el Gobierno danés decidió a destinar, además de la ayuda general del 1 por ciento del PIB, un fondo especial internacional para el medio ambiente, catástrofes y otros casos similares, el cual, según se pretende, debe llegar de forma gradual al 0,5 por ciento del PIB antes del año 2002.
Para 1993-1995 se ha determinado que los medios del fondo para el medio ambiente y catástrofes, destinados en específico al medio ambiente, serán aplicados a esfuerzos, tanto en Europa Central y Oriental, como en PVDs que se encuentran por encima del límite de la ayuda bilateral a proyectos, y en la zona ártica; mientras que los esfuerzos de protección medioambiental en los países más pobres estarán cubiertos mediante la asignación a los PVDs. En el período mencionado, el Ministerio del Medio Ambiente administra este tipo de esfuerzos en ciertos PVDs con un PIB por encima del límite para la ayuda bilateral a proyectos, así como en la zona ártica; mientras que el Ministerio de Relaciones Exteriores administra tales esfuerzos en PVDs con un PIB por debajo del límite para la ayuda bilateral a proyectos. Parte del esfuerzo dirigido al medio ambiente, administrado por el Ministerio de Relaciones Exteriores, se realiza en forma de "programas medioambientales globales" (cfr. la estrategia parcial correspondiente).
3. Definición de los pueblos indígenas
Todavía no se ha establecido una definición de reconocimiento internacional de la noción de "pueblos indígenas". Una definición frecuentemente aplicada de "pueblos indígenas" se desprende del Convenio 169 de la OIT, aprobada el 27 de junio de 1989, y que se expresa en los términos siguientes:
"Pueblos en países independientes considerados indígenas por el hecho de descender de poblaciones que habitaban en el país o en una región geográfica a la que pertenece el país en la época de la conquista o la colonización o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que, cualquiera que sea su situación jurídica, conservan todas sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas". (Además, el Convenio afirma que la conciencia de su identidad es un criterio fundamental).
Es de suponer que no será posible elaborar una definición unívoca del concepto de "pueblos indígenas". Sin embargo, los pueblos que se consideran indígenas, tienen normalmente la mayoría de las características siguientes:
4. Situación de los pueblos indígenas
Los pueblos indígenas están expuestos a numerosas formas de opresión. Así, a lo largo de nuestro siglo, se han exterminado poblaciones indias enteras en la región del Amazonas. En el continente africano todos los pueblos nómadas tradicionales se encuentran bajo fuerte presión, exponiéndose de este modo al riesgo de perder los fundamentos de su existencia. En una serie de países asiáticos las culturas de los pueblos indígenas están siendo sin escrúpulos brutalmente eliminadas en la marcha del proceso de desarrollo. Muchos pueblos indígenas se exponen a graves atropellos, ataques a mano armada y en algunos casos matanzas propiamente dichas.
Las condiciones de los pueblos indígenas del mundo varían mucho de región a región. Particularmente en lo que se refiere al marco político y económico facilitado a estos pueblos por los estados nacionales. Por lo mismo, es poco probable encontrar soluciones uniformes. Es posible, a su vez, que los pueblos indígenas tengan expectativas diferentes sobre su porvenir. La mayoría de ellos plausiblemente quiere incorporar la sociedad moderna, siempre que se respeten sus premisas culturales, sociales y económicas. Y tal vez otros pueblos vuelven las espaldas a la sociedad moderna para vivir como ellos los conciben.
El problema tiene dos aspectos. En muchos casos los pueblos indígenas quedan marginados del desarrollo vivido por la sociedad circundante, desarrollo en el que desean participar bajo sus propias condiciones. En otros casos, los pueblos indígenas están siendo arrastrados en un proceso de desarrollo en cuya puesta en marcha ellos mismos no participaron y que por consiguiente tampoco controlan. En ambos casos se viola el derecho de los pueblos indígenas de autodeterminación y de diseñar independientemente su desarrollo económico, social y cultural.
La cuestión fundamental sobre los derechos de los pueblos indígenas es el reconocimiento del derecho a autodeterminación. Este reconocimiento es la exigencia más importante de las organizaciones indígenas en los foros internacionales. Por derecho a la autodeterminación se comprende, en el sentido más amplio, el derecho a controlar su propio porvenir. En el derecho internacional, el derecho de autodeterminación está vinculado frecuentemente a la posibilidad de formar, en última instancia, naciones independientes. Por tal motivo, el reconocimiento de este derecho a la autodeterminación de los pueblos indígenas suscita controversias, y esto a pesar de que solamente una minoría de los pueblos indígenas desea formar estados independientes propios.
5. Objetivo principal de la estrategia
El objetivo del apoyo danés a los pueblos indígenas es el de contribuir al establecimiento de oportunidades reales de desarrollo, que se basen en las condiciones propias y parten de la cultura indígena y de las relaciones de pertenencia frecuentemente ligadas a la localidad. Hay que apoyar a los pueblos indígenas en su capacidad de solucionar por sí mismos los problemas que enfrentan y, así mismo, debe asegurarse que las relaciones con otros grupos poblacionales sean equitativas. No es el objetivo encerrar a los pueblos indígenas y abandonarlos a su suerte en reservas aisladas sino, en pie de igualdad con otros grupos, de garantizarles una influencia verdadera sobre todos los aspectos que atañen a su desarrollo económico, político y cultural.
6. Elementos esenciales de la estrategia
La estrategia comprende los 5 elementos esenciales siguientes:
a) Consolidación de los derechos de los pueblos indígenas a través de un diálogo político, partiendo de declaraciones y convenios internacionales.
b) Mejor diálogo con los países de cooperación programática de Dinamarca con mira al mejoramiento de la situación de los pueblos indígenas en los países en cuestión.
c) Una mayor integración de la atención a los pueblos indígenas en proyectos ordinarios de ayuda, tanto bilaterales como multilaterales.
d) Ampliación del apoyo financiero para proyectos que están específicamente dirigidos a mejorar las condiciones y los derechos de los pueblos indígenas. Debe mencionarse particularmente el apoyo a las propias organizaciones indígenas, para que definan sus necesidades y modelos de desarrollo.
e) Nuevas soluciones a los problemas económicos y comerciales de los pueblos indígenas, p.ej. mediante la apertura de nichos de producción y el trato comercial preferencial.
a. El diálogo político
Los pueblos indígenas se hallan políticamente marginados y raramente tienen posibilidad de trabajar, en los niveles nacional e internacional, por el cumplimiento de sus metas políticas. Por tal motivo, constituye una meta principal para Dinamarca trabajar en los foros correspondientes por el mejoramiento de los derechos y condiciones de los pueblos indígenas y para que alcancen representación propia.
A nivel internacional, los esfuerzos principales en relación a los derechos de los pueblos indígenas se desarrollan en el marco de la ONU.
Desde hace muchos años, la OIT se ha ocupado de los derechos de los pueblos indígenas. Así, recientemente se aprobó el Convenio 169 de la OIT sobre los pueblos indígenas y las poblaciones tribales en estados independientes. Por su carácter, el Convenio es un instrumento obligatorio para los países que lo firmen y ratifiquen. Aunque el Convenio 169 de la OIT no cumple totalmente con las exigencias de los pueblos indígenas, constituye hoy por hoy el documento integral más importante sobre la protección internacional de los derechos de los pueblos indígenas.
Un foro importante para la discusión de los derechos de los pueblos indígenas lo constituye el Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas para los Pueblos Indígenas bajo la Comisión de Derechos Humanos. El Grupo de Trabajo ha preparado un proyecto de declaración sobre los derechos de los pueblos indígenas, el que se espera poder debatir durante la Sesión LI de la misma Comisión, a celebrarse en febrero-marzo de 1995. El Grupo de Trabajo ha introducido una práctica especial, según la cual los representantes de todos los pueblos indígenas tienen derecho a intervenir ante el Grupo de Trabajo. Tal procedimiento no se da automáticamente en la Comisión de Derechos Humanos.
En orden al trámite del proyecto de declaración, el tema más importante es la cuestión del derecho de autodeterminación, deseo que ha sido expresado por las organizaciones indígenas. Sólo pocos Gobiernos -con inclusión de Dinamarca, que durante la Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos celebrada en junio de 1993 tomó la iniciativa en esta materia- han expresado su atención a esta aspiración de los pueblos indígenas a la autodeterminación. Otros países, en cambio, han presentado argumentos en contra del reconocimiento del derecho de autodeterminación de los pueblos indígenas. Tales países temen que la posible invocación de este derecho lleve al desmembramiento de los Estados nacionales en cuestión.
En la Sesión L de la Comisión de Denechos Humanos, que terminó en marzo de 1994, se aprobó una propuesta danesa de procedimiento sobre el establecimiento, a cierto plazo, de un foro permanente para los pueblos indígenas. La propuesta da seguimiento a la recomendación de la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas celebrada en Viena en 1993. A través del texto de resolución aprobado, se pone en marcha una ronda de consultas con las organizaciones indígenas con la finalidad de establecer una base óptima para que se consideren los principios fundamentales de la cuestión en el seno del Grupo de Trabajo sobre los Pueblos Indígenas, en una reunión que se celebrará en el curso del año. La cuestión será debatida a continuación en la Sesión de 1995 de la Comisión de Derechos Humanos.
Es la opinión oficial del Gobierno danés que el mandato del foro permanente debe comprender un diálogo entre los pueblos indígenas y los gobiernos sobre todas las cuestiones de importancia directa para los pueblos indígenas, y no solamente cuestiones de derechos humanos. Así, se debe poder discutir cuestiones sociales, económicas, medioambientales y culturales, además de los derechos humanos de los pueblos indígenas. Por otro lado, ciertos países han expresado el deseo de continuar tratando la cuestión de los pueblos indígenas en seno de la ONU, dentro del marco compuesto por la Comisión de Derechos Humanos y sus órganos subordinados. Se prevé que esta cuestión será un asunto de solución especialmente difícil durante las negociaciones futuras sobre el establecimiento de un foro permanente.
Asimismo, el Gobierno danés desea que, además de los representantes gubernamentales, sean también miembros del futuro foro permanente los representantes indígenas, a diferencia de los observadores de los ONGs que dominan hoy las actividades en los órganos de la Comisión de Derechos Humanos.
Durante el debate celebrado en el Parlamento danés el 23 de noviembre de 1994, se presentó una moción sobre el establecimiento de una instancia -alto comisario o defensor de pueblo ("ombudsman")- ante la que será posible presentar demandas sobre los problemas de los pueblos indígenas. Hoy día, existen ciertas oportunidades de presentar, en ciertas condiciones, demandas sobre violaciones de los derechos humanos, incluyendo atropellos contra pueblos indígenas. Además, en 1994 la ONU estableció el cargo de Alto Comisario de Derechos Humanos, cuyo cometido es el de defender los derechos humanos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales. Por otra parte, los pueblos indígenas enfrentan problemas tan graves que sería necesario establecer una instancia especial, ante la que será posible presentar demandas sobre sus problemas específicos.
La celebración de reuniones internacionales y conferencias posibilita que los pueblos indígenas participen activamente en la colaboración internacional, además de que son ocasión para que los pueblos indígenas se encuentren e intercambien y aprendan de sus distintas experiencias, lo cual frecuentemente contribuye a la detección de nuevas soluciones a nivel nacional. Hoy en día, tanto la ONU como otras organizaciones internacionales recomiendan generalmente que los pueblos indígenas sean consultados en todos los asuntos relevantes para su existencia, y que estos pueblos sean importantes colaboradores con relación al aseguramiento de un desarrollo sostenible global. Esto se refleja ante todo en la Declaración de Río de 1992, en la que se recomienda que los pueblos indígenas y sus comunidades sean implicados en los programas de la ONU sobre el medio ambiente y el desarrollo (Principio 22):
Junto con otras comunidades locales, "Los pueblos indígenas y sus comunidades desempeñan un papelvital para la administración medioambiental y para el desarrollo, lo que se debe a sus conocimientos ya prácticas tradicionales. Los estados deben reconocer y apoyar, de modo conveniente, su identidad, cultura e intereses así como facilitar su participación eficaz en la puesta en práctica de un desarrollo sostenible".
Otro de los foros internacionales donde Dinamarca ha tratado de promover los derechos de los pueblos indígenas, ha sido el de las negociaciones en le marco de la Conferencia de Seguridad y Cooperación Europea (CSCE). Así, a instancia del Gobierno Autónomo de Groenlandia, en una reunión celebrada en Moscú en 1991 en el marco de la Conferencia sobre la Dimensión Humana del CSCE, Dinamarca presentó una propuesta sobre los derechos de los pueblos indígenas. Desgraciadamente, varios países expresaron su escepticismo con respecto a la propuesta, con el resultado de que ésta no se reflejó en el documento concluyente de la reunión.
No obstante, en la reunión (CSCE) de seguimiento celebrada en Helsinki en 1992, se introdujo a iniciativa danesa un texto en el documento concluyente, en el que se indica que los Estados de la CSCE "comprueban que las personas que pertenecen a poblaciones aborígenes pueden sufrir problemas especiales en relación con el ejercicio de sus derechos, y convienen en declarar que sus obligaciones respecto a los derechos humanos y las libertades fundamentales, en el seno de los países de CSCE, se aplican completamente y sin discriminación a dichas personas."
No hay seguridad de que en el marco de la CSCE se pueda obtener consenso sobre disposiciones que sean más amplias que las contenidas en el Documento de Helsinki.
Uno de los problemas principales con que se encuentran los pueblos indígenas, es que la mayoría de los Estados no reconoce que los pueblos indígenas tienen derechos particulares sobre sus territorios.
b. Diálogo con los países de cooperación programática
El mejoramiento de los derechos de los pueblos indígenas es parte integral de la puesta en marcha del propósito general de la política danesa de ayuda para el desarrollo: el fomento del respeto por los derechos humanos y por el desarrollo democrático de los países con cooperación de Dinamarca.
El estrecho y continuo diálogo de desarrollo es un elemento decisivo para la cooperación para el desarrollo entre Dinamarca y cada país de cooperación progrmática danesa. Entre otros aspectos, el diálogo debe asegurar que la ayuda se canalice a sectores y actividades en los países beneficiarios cuyas necesidades corresponden a los campos prioritarios de la política danesa de ayuda para el desarrollo. Así, en la nueva estrategia para la política para el desarrollo se subraya que la posible falta de avances hacia formas democráticas de gobierno y en el respeto a los derechos humanos puede tener consecuencias para la extensión y el carácter de la cooperación para el desarrollo.
c. Integración general de la atención a los pueblos indígenas
Hasta ahora los pueblos indígenas se han encontrado en situación de casi total impotencia frente a la realización de proyectos de desarrollo en sus territorios, siendo en muchos casos expulsados de ellos. Durante el Año Internacional de las Naciones Unidas para los Pueblos Indígenas, un gran número de organizaciones internacionales dieron a conocer que en el futuro aumentarían sus esfuerzos para los pueblos indígenas y que integrarían de forma general en sus actividades la atención a estos pueblos.
d. La ayuda danesa al desarrollo
Es el criterio del Gobierno danés que en los años venideros -con el fundamento político definido a través de la nueva estrategia de desarrollo, "Un mundo en desarrollo"- la ayuda danesa a los pueblos indígenas puede y debe ampliarse y realizarse de manera más eficaz.
Las condiciones en muchos países muestran que los derechos no son un elemento obvio en la vida de los pueblos indígenas, sino que hay que luchar por ellos. Esa lucha requiere organización desde dentro y formación de competencia en cuanto a liderazgo y representación, para que los pueblos indígenas puedan abrir un diálogo constructivo con las autoridades de cada país. Un medio especialmente importante para obtener estas metas es la educación bajo condiciones y control propios. Así, para la evaluación de propuestas concretas de proyectos sobre el apoyo a pueblos indígenas, se partirá de los aspectos siguientes:
e. Soluciones de problemas financieros y comerciales
Los pueblos indígenas utilizan los territorios que habitan, tanto para su autoabastecimiento como para fines comerciales. La sobrevivencia de las comunidades y las culturas dependen de que puedan continuar su explotación y control de los recursos.
Una presión cada vez más grande sobre los recursos conlleva problemas medioambientales en los PVDS y contribuye altamente a forzar a los pueblos indígenas al abandono de sus territorios. Conforme a las resoluciones de la Conferencia de Río, se reconoce que los problemas locales de medio ambiente son frecuentemente una causa esencial de los problemas de pobreza, lo cual incide en una cada vez mayor migración del campo a las ciudades. En este orden de ideas, la ayuda danesa al desarrollo está encaminada a apoyar esfuerzos que puedan contribuir de modo duradero a la administración, conservación y explotación de los recursos naturales, especialmente a través de la formación de instituciones a nivel local. De esto modo, los pueblos indígenas desempeñan un importante papel en el aseguramiento de una explotación sostenible de los recursos, y, por lo tanto, en adelante deben gozar de la oportunidad de ejercer sus actividades económicas, p.ej. mediante el acceso a mercados.
Se ha puesto de relieve el hecho de que condiciones puramente ideológicas tienen gran importancia en la existencia de los pueblos indígenas, p.ej. con respecto a las posibilidades de colocación de sus productos.
Una mayor atención a la econoniía, formas de uso y las condiciones de vida de los pueblos indígenas puede contribuir a un mejor equilibrio entre los intereses de protección de la naturaleza y el aseguramiento de las actividades económicas de los pueblos indígenas, lo que, entre otros efectos, tendrá impacto para las posibilidades de fomento de la venta de pieles de foca procedentes de zonas árticas.
Finalmente, los pueblos indígenas han hecho notar que no reciben pago por la utilización que los países industrializados hacen de sus conocimientos, p.ej. en la producción de preparados medicinales.
La experiencia de los pueblos indígenas sobre la explotación sostenible de los recursos naturales y la garantía de protección a su participación en los rendimientos producidos gracias a su conocimiento y experiencia, son cuestiones que se abordaron en la Convención de Diversidad Biológica del 5 de junio de 1992.
En el preámbulo de la Convención se reconoce que muchas comunidades indígenas y locales con formas de vida tradicionales son fuertemente dependientes de los recursos biológicos, y que es de desear que se lleve a cabo una distribución justa de las ventajas obtenidas a través del empleo de conocimiento tradicional e innovaciones, así como de prácticas de conservación de la diversidad biológica y de una explotación sostenible de sus componentes. A tenor de las disposiciones de la Convención, con las reservas de la legislación nacional en la materia, las partes se comprometen a respetar, proteger y conservar el conocimiento, las innovaciones y las prácticas que caracterizan a las comunidades indígenas y locales con formas de vida tradicionales, y que tienen impacto para la conservación y la explotación duradera de la diversidad biológica. Se comprometen además, contando con la aprobación de los pueblos indígenas, a promover, entre otras acciones, un empleo extensivo del conocimiento citado, con la finalidad de distribuir justamente las ventajas obtenidas a través del empleo de conocimiento, innovaciones y prácticas de esta índole.
7. Seguimiento
Debido a la muy difícil situación de los pueblos indígenas y las constantes amenazas a su existencia, y en vista del esfuerzo en marcha dentro del marco de la Comisión de las Naciones Unidas de Derechos Humanos y otros órganos, debe asegurarse un pronto seguimiento de la estrategia danesa presentada en este texto.
La estrategia para el apoyo danés a los pueblos indígenas, así como su ejecución, serán objeto de una evaluación especial que se realizará en 1997.
Resumen
La estrategia de apoyo danés a los pueblos indígenas del mundo, se basa en una estimación de la gravedad de la situación actual de estos pueblos. La estrategia está encaminada al apoyo para el desarrollo, bajo las premisas propias de los pueblos indígenas y partiendo de su propia cultura. En consecuencia, la autodeterminación es un factor decisivo. La estrategia identifica 5 aspectos de apoyo concreto: diálogo político, diálogo con los países de cooperación programática, integración general de la atención a los pueblos indígenas en la ayuda al desarrollo, ayuda danesa a proyectos concretos y esfuerzos comerciales y económicos.
El diálogo político debe orientarse hacia un reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas, tanto en los países mencionados como a nivel internacional, como se deprende p.ej. del la Convenio 169 de la OIT y del proyecto de declaración procedente del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas para los Pueblos Indígenas. Al respecto, Dinamarca facilitará ayuda financiera a actividades internacionales, ofreciendo p.ej. financiar una parte de los gastos vinculados a la puesta en marcha y al servicio de un futuro foro permanente para los pueblos indígenas.
Como parte del diálogo político se hará un esfuerzo especial en favor de los países de cooperación programática, para que se obtenga un real mejoramiento de la situación de los pueblos indígenas que habitan en ellos. Si estos países no están dispuestos a abrir diálogo sobre el tema, se realizará un análisis detenido y una evaluación concreta de la situación, lo que podrá implicar consecuencias para la futura cooperación.
En lo que se refiere a proyectos concretos en favor de pueblos indígenas, el punto de referencia es la orientación de la lucha contra la pobreza y los criterios generales de ayuda, particularmente el fomento del respeto por los derechos hunaanos y un desarrollo democrático. Es la intención canalizar la mayor parte de la ayuda a través de las ONGs, tanto danesas, como internacionales y locales. La mayor prioridad será atribuida a la ayuda a las organizaciones indígenas, apoyando así las formulaciones propias de los pueblos indígenas sobre sus necesidades y modelos de desarrollo. Se ha abierto también la posibilidad de apoyo financiero a proyectos ONG destinados a pueblos indígenas que habitan en países con un PIB por encima de USD 2.500.
Las áreas más importantes para proyectos concretos de desarrollo serán las de organización desde dentro, derechos y autodeterminación, educación de acuerdo a condiciones propias, defensa de la integridad cultural, medio ambiente y explotación sostenible los recursos, así como actividades vinculadas a la Década Internacional de las Naciones Unidas para los Pueblos Indígenas.
En lo que se refiere al aspecto comercial, Dinamarca hablará en la Unión Europea y otros foros internacionales en favor de que se asegure una comercialización libre de los productos indígenas y no expuesta a reglas discriminatorias. Además, Dinamarca apoyará que ciertos productos de los pueblos indígenas obtengan un trato comercial preferencial, p.ej. los productos procedentes de zonas árticas y basados en formas sostenibles de captura.
Sus comentarios y sugerencias dirigirlas a: etmsj@oit.or.cr
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