Los sindicatos están prohibidos en Bahrein.
La Constitución de 1973, parcialmente suspendida, reconoce
el derecho a la sindicación, pero la legislación laboral
no menciona este derecho ni tampoco el de la negociación
colectiva, ni el de huelga.
La ley de seguridad de 1974 prohíbe las
huelgas que afecten las relaciones existentes entre empleadores
y trabajadores/as o perjudiquen el bienestar económico del
país.
La ley permite un comité de trabajadores
electos en las empresas más grandes y un sistema de Comités
Consultivos Paritarios (CCP) que sólo pueden establecerse
con el permiso del Gobierno. Existen CCP en 19 grandes empresas
mixtas y compañías del sector privado. El Ministro
de Trabajo favorece el establecimiento de CCP en todos los lugares
de trabajo con más de 200 empleados.
En los CCP se elige a los representantes de los
trabajadores, pero no se les permite celebrar reuniones electorales
ni hacer campaña de elecciones.
Aunque representan los intereses de los trabajadores/as
en las discusiones con la dirección, sólo pueden actuar
en calidad de asesores y no tienen ningún poder real para
negociar. El Ministerio del Interior puede impedir que los candidatos
obreros postulen para las elecciones de los CCP.
Los miembros trabajadores/as de los CCP eligen
por votación secreta a 11 miembros ejecutivos del Comité
General de Trabajadores de Bahrein (GCBW), establecido en 1983 para
coordinar y vigilar los comités paritarios. Este comité
no puede afiliar miembros ni recaudar cuotas de afiliación
y el Ministerio de Trabajo debe aprobar su reglamento interno. El
GCBW celebró elecciones en marzo de 1998.
En los últimos años, el GCBW ha pedido
al Gobierno la modificación de la ley para permitir la existencia
de los sindicatos, pero no ha recibido ninguna respuesta positiva.
Bahrein depende en gran parte de la mano de obra
de otros países, especialmente la India, Pakistán
y Filipinas, y más de las dos terceras partes de la mano
de obra son expatriados. Estos trabajadores/as están poco
representados en el sistema de comités paritarios, aunque
pueden participar y lo hacen. La legislación laboral de Bahrein
no se aplica a los trabajadores/as domésticos.
El GCBW puede dilucidar conflictos de los trabajadores/as
nacionales y extranjeros y puede asistirlos en la presentación
de su pleito ante un tribunal o ante el Ministerio de Trabajo. No
obstante, el clima político dificulta estos trámites.
La política oficial del Gobierno es tratar de reemplazar
a los trabajadores/as asiáticos de bajos salarios por trabajadores/as
nacionales.
En 1997, el GCBW se puso en contacto con los empleadores
de la industria textil, donde no existen CCP, para discutir sobre
las condiciones de trabajo en la industria. A raíz de las
quejas de los empleadores, el Ministerio de Trabajo comunicó
al GCBW que este tipo de iniciativas no entraba dentro de sus funciones
y que no debía volver a intervenir de este modo. No obstante,
el Ministerio afirmó posteriormente que había hecho
una oferta al GCBW por la que continuaría su participación
en el sector.
Las autoridades supervisan estrechamente al GCBW.
En los últimos años, algunos responsables de los CCP
y del GCBW han sido hostigados, arrestados y detenidos durante varios
meses sin cargo ni juicio, o las autoridades les han confiscado
sus pasaportes debido a sus actividades sindicales.
[... el comentario reviste aquí las características
de una reclamación y se refiere al GCBW...]