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La libertad de asociación y la libertad sindical y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva

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Sudán

La Oficina no ha recibido memoria del Gobierno.

 


Observaciones presentadas a la Oficina por la Confederación
Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL)

En 1989, todos los sindicatos democráticos fueron abolidos cuando el régimen militar fundamentalista tomó el poder a través de un golpe de Estado. Sólo puede existir la Federación Sindical de Trabajadores de Sudán (SWTUF), que figuran en la legislación.

La mayoría de los dirigentes sindicales fueron despedidos o detenidos cuando los sindicatos y las asociaciones profesionales fueron disueltas después del golpe. Todos los asuntos sindicales quedaron en manos de comités directivos controlados por el Gobierno hasta 1992, cuando se introdujo una nueva ley sindical.

La ley sindical de 1992 impuso un sistema de sindicato único. Esta ley:

n dio carta blanca al Ministro de Justicia para definir los sectores, industrias y empresas en los que pueden existir sindicatos;

n negó los derechos sindicales a determinados funcionarios públicos;

n interfirió extensamente en los asuntos internos y las elecciones sindicales;

n concedió a las autoridades el poder de suspender o disolver las organizaciones sindicales; y

n no protegía a los trabajadores contra actos de discriminación antisindical.

Los dirigentes sindicales de la SWTUF que existía antes del golpe se exiliaron y crearon la Federación Sindical Legítima de Trabajadores de Sudán (SW(L)TUF) que también trabaja clandestinamente en Sudán.

Después de manipular las elecciones sindicales hacia finales de 1992 y fusionar los 107 sindicatos sectoriales o de empresas en 26 sindicatos, el régimen patrocinó un congreso sindical en 1993, para establecer la SWTUF como la central sindical nacional. Los objetivos de la SWTUF son "movilizar las masas en favor de la producción y defender la autenticidad del Estado islámico". En 1996, tuvo lugar otra fusión que redujo el número de sindicatos a 13.

La mayor parte de los salarios son fijados por un organismo controlado y designado por el régimen. Hay muy poca negociación colectiva. El Ministro de Trabajo tiene amplios poderes para remitir un conflicto al arbitraje obligatorio. Las huelgas están prohibidas.

El trato a los marinos sudaneses ha empeorado de manera significativa desde 1989. El régimen controla la industria marítima sudanesa a través de Sudan Shipping Line, que es de su propiedad. Los marinos son obligados a trabajar en buques que navegan en zonas de guerra y en zonas en las que hay epidemias y a las que no iría otro buque. Los marinos se ponen en contacto con la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte para quejarse acerca de los salarios y las condiciones de trabajo, y pueden ser detenidos y torturados a su retorno a Sudán. Los antiguos afiliados al sindicato de marinos que existía antes del golpe de Estado han sufrido represalias.

En 1998 tuvieron lugar huelgas y protestas contra la privatización de los servicios públicos y las grandes compañías que provocan pérdidas masivas de empleo. Los docentes, los trabajadores del textil y de otras industrias hicieron huelga debido a que no se les pagaba sus salarios desde hacía 13 meses.

La SW(L)TUF afirmó que la nueva Constitución nacional aprobada por el régimen parece permitir un pequeño margen de libertad.

[Se hace referencia a informaciones de naturaleza similar a una queja en relación con el arresto y detención de dirigentes y afiliados sindicales.]

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Creada por CG. Aprobada por NdW. Última actualización: 8 de mayo de 2000.