Publicado en enero 2019
TRABAJAR PARA UN FUTURO MÁS PROMETEDOR
Nuevas fuerzas están transformando el mundo del trabajo: Desarrollo tecnológico. Cambio climático. Movimientos demográficos. Globalización.
Estas transiciones reclaman que se tomen medidas firmes. Es preciso aprovechar el momento para descubrir las oportunidades que estos cambios llevan consigo.
La Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo ha emprendido un examen en profundidad del futuro del trabajo. Su importante informe expone a grandes rasgos las medidas que es preciso acometer para lograr un futuro del trabajo que proporcione oportunidades de trabajo decente y sostenible para todos.
Desplácese hacia abajo para obtener un resumen del informe.
Aprovechar el momento
Nos esperan innumerables oportunidades para mejorar la calidad de vida de los trabajadores, ampliar las opciones disponibles, cerrar la brecha de género, revertir los estragos causados por las desigualdades a nivel mundial y mucho más.
Sin embargo, nada de ello ocurrirá por sí solo. Tal como sucedió en 1919, cuando se fundó la OIT, si no se toman medidas enérgicas, tendremos un mundo en el que se ahondarán las desigualdades e incertidumbres existentes.
Para abrir un nuevo camino, es necesario una acción comprometida por parte de los gobiernos y de las organizaciones de empleadores y de trabajadores a través de la revitalización del contrato social.
Un programa centrado en las personas
El informe propone un programa para el futuro del trabajo centrado en las personas que fortalezca el contrato social situando a los hombres, las mujeres y al trabajo que realizan en el centro de las políticas económicas y sociales y en la práctica empresarial.
Este programa se asienta en tres ejes de actuación que, combinados entre sí generarían crecimiento, igualdad y sostenibilidad para las generaciones presentes y futuras:
- Incrementar la inversión en las capacidades de las personas
- Incrementar la inversión en las instituciones del trabajo
- Incrementar la inversión en trabajo decente y sostenible
1. Invertir en las capacidades de las personas
A fin de permitir que las personas prosperen en una era digital, libre de emisiones de carbono, han de tenerse en cuenta las dimensiones más generales de desarrollo y progreso en las condiciones de vida, incluidos los derechos y un ambiente propicio que haga posible que las personas puedan ampliar sus oportunidades y mejorar su bienestar.
Recomendaciones
2. Invertir en las instituciones del trabajo
Estas recomendaciones tratan de consolidar y revitalizar las instituciones del trabajo.
Estas instituciones, desde la reglamentación y los contratos de empleo hasta los convenios colectivos y los sistemas de la inspección del trabajo, son las piedras angulares de una sociedad justa. Forjan los caminos que conducen a la formalización, la reducción de la pobreza laboral y un futuro de trabajo con dignidad, seguridad e igualdad económicas.
Recomendaciones
3. Incrementar la inversión en trabajo decente y sostenible
Las grandes transformaciones económicas en curso, relacionadas con las nuevas tecnologías, la convulsión demográfica y el cambio climático, tendrán efectos perturbadores y transformadores en nuestras economías y en el trabajo.
Se requieren grandes inversiones que den forma y encaucen estas transformaciones para crear trabajo decente. Los países deben ahora priorizar inversiones sostenibles a largo plazo que favorezcan el desarrollo humano y protejan el planeta, en consonancia con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.
Recomendaciones
Asumir responsabilidades
Todas las partes interesadas deben asumir su responsabilidad en la construcción de un futuro del trabajo justo y equitativo.
El presente informe es el principio de un camino. Habida cuenta de que la OIT agrupa a gobiernos,empleadores y trabajadores de todo el mundo, resulta un organismo idóneo para ser brújula y guía del camino que tenemos por delante.