Publicado en abril 2023
Diez años después de la catástrofe del Rana Plaza: ¿Qué ha cambiado?
Más de 1.100 personas -en su mayoría trabajadores de la confección- perdieron la vida cuando la fábrica Rana Plaza se derrumbó en las afueras de Dhaka (Bangladesh) el 24 de abril de 2013. Muchas más resultaron heridas, y los supervivientes se enfrentaron a un futuro muy incierto.
Diez años después de la catástrofe, muchas cosas han cambiado. Hoy en día, el sector es más seguro y la capacidad del Gobierno para supervisar el cumplimiento es mucho mayor. Pero, ¿qué retos quedan por delante?
Panorama del sector de la confección en Bangladesh
Bangladesh es el segundo mayor exportador de prendas de vestir del mundo, después de China. En 2021-22, el sector era una industria de 42.600 millones de USD que representa alrededor del 82% de los ingresos totales de exportación del país.
Hay alrededor de 4 millones de trabajadores de la confección, que representan una parte considerable de los 69 millones de mano de obra total del país. En 2018, se estimó que el 60,5% de los trabajadores de la confección eran mujeres.
El trabajador típico del sector de la confección es una mujer de 23 años, migrante interna de una zona rural, que vive con su familia en una vivienda inadecuada cerca del trabajo.
La seguridad y la salud en el trabajo son ahora una prioridad nacional
Tras el desastre de Rana Plaza, la primera prioridad fue garantizar que ninguna otra fábrica de confección corriera el riesgo de sufrir un derrumbe similar.
A finales de 2013 comenzaron los trabajos para inspeccionar la seguridad estructural, eléctrica y contra incendios de todas las fábricas de confección orientadas a la exportación. El gobierno de Bangladesh y el sector privado dirigieron la evaluación de 3.780 fábricas.
Rana Plaza y los demás accidentes industriales sufridos por Bangladesh pusieron de manifiesto la urgente necesidad de establecer una cultura de seguridad en el lugar de trabajo en la industria de la confección del país.
En los últimos 10 años se han hecho grandes progresos, como el establecimiento de una Política Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (SST) y un Plan Nacional de Acción.
Seguridad en el trabajo: ¿Qué queda por hacer?
Los esfuerzos por mejorar la seguridad en el sector de la confección de Bangladesh han sido muy positivos. Sin embargo, la seguridad industrial en otros sectores sigue siendo motivo de preocupación.
Accidentes mortales como la reciente explosión de la planta de oxígeno de Seema en marzo de 2023 han puesto de relieve la necesidad de que la seguridad, la aplicación y el cumplimiento de la normativa en todas las industrias estén a la altura de los progresos realizados en el sector de la confección.
Es necesario hacer más para garantizar que las normas de SST, las directrices y los protocolos de notificación de accidentes se comprenden y aplican a todos los niveles. Para ello será fundamental seguir reforzando la capacidad de los comités de seguridad, la inspección de trabajo y los sindicatos.
Los trabajadores heridos tienen derecho a recibir tratamiento médico e indemnización
Tras el desastre del Rana Plaza, un gran esfuerzo en el que participaron la OIT (como parte neutral), sindicatos nacionales e internacionales, asociaciones patronales e industriales, marcas y minoristas, ONG, socios para el desarrollo y el Gobierno de Bangladesh, permitió pagar indemnizaciones a los familiares de las víctimas y a los trabajadores heridos.
En octubre de 2015, los pagos se habían completado, con más de 34 millones de dólares desembolsados.
En junio de 2022, el Gobierno puso en marcha un plan piloto que ofrece una indemnización en forma de renta mensual a los trabajadores de la confección con discapacidad permanente o a los familiares cualificados de los fallecidos a causa de accidentes laborales o enfermedades profesionales relacionadas con la confección. Este plan contó con el apoyo técnico de la OIT y la agencia de cooperación alemana GIZ.
Seguros e indemnizaciones: ¿Qué queda por hacer?
La puesta en marcha del plan piloto de accidentes laborales es un logro importante y un legado positivo de la catástrofe del Rana Plaza. Para que sea un éxito, requiere el pleno respaldo del Gobierno, los empresarios y los sindicatos, así como transparencia en su administración y funcionamiento.
Si tiene éxito, conducirá a la introducción de un régimen legal permanente de seguro de accidentes laborales en Bangladesh, que podrá ampliarse de la industria de la confección a otros sectores económicos.
Mejora de la legislación y refuerzo de la capacidad de inspección de la seguridad laboral
En los últimos diez años, una serie de cambios en la legislación nacional han repercutido positivamente en la seguridad en el lugar de trabajo y los derechos laborales.
Junto con el incendio de Tazreen Fashions apenas un año antes, el derrumbe del Rana Plaza puso de manifiesto la falta de capacidad adecuada para supervisar la seguridad industrial.
En respuesta, el Gobierno inició una importante reforma del Departamento de Inspecciones de Fábricas y Establecimientos (DIFE) para dotarlo de más presupuesto, estatus y personal. En colaboración con la OIT y otros socios, el Gobierno también emprendió una ambiciosa campaña para reforzar significativamente sus mecanismos de planificación y funcionamiento.
Aunque estos esfuerzos para reforzar la capacidad reguladora siguen su curso, se han realizado progresos y el servicio de inspección es más eficaz, creíble y responsable.
Leyes e inspección: ¿Qué queda por hacer?
A pesar de las mejoras, varias disposiciones de la legislación laboral aún no están alineadas con las normas internacionales del trabajo, como se puso de relieve en una queja presentada ante la OIT en 2019.
El Gobierno ha desarrollado un Plan de Acción Nacional para el Sector Laboral que incluye una mayor reforma de la legislación laboral. El plan también incluye medidas para una mejor gestión de las quejas de los trabajadores, un mayor fortalecimiento de la capacidad de la inspección de trabajo -incluida la contratación de más inspectores de trabajo- y la transición efectiva del trabajo de seguridad en las fábricas a la Unidad de Seguridad Industrial.
Esfuerzos para mejorar los derechos laborales
La catástrofe del Rana Plaza puso de manifiesto la necesidad de que se respeten los derechos laborales y de un mayor diálogo social entre el Gobierno, los empresarios y los sindicatos. Aunque se han producido avances en la última década, el camino no siempre ha sido llano.
La Ley del Trabajo de Bangladesh se modificó en 2013 para simplificar el registro de los sindicatos, lo que dio lugar a un fuerte aumento del número de sindicatos. A 28 de febrero de 2023, había aproximadamente 1.201 sindicatos registrados en el sector de la confección; el 97% de ellos están activos.
La formación de un Consejo Consultivo Nacional Tripartito, así como de otro consejo específico para el sector de la confección, en el que miembros del Gobierno, empresarios y trabajadores debaten una amplia gama de cuestiones, han contribuido a fomentar el diálogo social y unas relaciones laborales más armoniosas.
Derechos laborales: ¿Qué queda por hacer?
A pesar del fuerte aumento del número de sindicatos, los trabajadores siguen enfrentándose a problemas persistentes relacionados con el registro de sindicatos, la discriminación antisindical, las prácticas laborales injustas y la violencia. Esto motivó la adopción de procedimientos operativos normalizados para el registro de sindicatos, así como para la investigación y reparación de casos de prácticas laborales desleales y discriminación antisindical.
El Plan de Acción Nacional para el Sector Laboral redactado en respuesta a la queja de la OIT de 2019 y la posterior hoja de ruta incluyen medidas para que la legislación laboral de Bangladesh cumpla las normas de la OIT sobre libertad sindical y negociación colectiva.
La OIT sigue trabajando con el Gobierno, los empleadores y los trabajadores para ayudar a aplicar el Plan de Acción Nacional y la hoja de ruta y abordar los problemas mencionados anteriormente.
Marcar la diferencia en las fábricas
Better Work Bangladesh se puso en marcha en 2014 para ayudar a crear una industria de la confección más competitiva que proporcione empleos decentes y mejores condiciones para los trabajadores y promueva un buen negocio para las fábricas y las marcas. Estos objetivos contribuyen al desarrollo económico del país.
En Bangladesh, Better Work ha ayudado a las fábricas de confección a mejorar constantemente el cumplimiento de las normas fundamentales del trabajo de la OIT y la legislación nacional, incluida la cobertura de la remuneración, los contratos, la inclusión de género, la SST y el tiempo de trabajo.
Las fábricas de Bangladesh afiliadas a Better Work siguen demostrando un mejor diálogo entre los trabajadores y la dirección, sistemas de gestión más eficaces y un mayor compromiso con el aprendizaje del personal.
Los retos pendientes
Desde el derrumbe de Rana Plaza se han conseguido muchos logros para mejorar la seguridad y los derechos en el sector de la confección. Sin embargo, aún queda mucho por hacer. Las principales prioridades de la OIT incluyen:
- Proseguir la reforma de la legislación laboral en consonancia con las normas internacionales del trabajo.
- Aprovechamiento de las buenas prácticas, las lecciones aprendidas y los progresos realizados en la industria de la confección para mejorar la seguridad industrial en otros sectores prioritarios, por ejemplo mediante la planificación estratégica del cumplimiento de las inspecciones de trabajo.
- Mayor respeto de los derechos laborales en un entorno en el que los sindicatos puedan operar libremente y sin acoso, y en el que se produzca un mejor diálogo social entre el Gobierno, los empresarios y los sindicatos.
- Mejor acceso a la protección social para los trabajadores de todo Bangladesh, en todos los sectores económicos.
La OIT seguirá colaborando con el Gobierno, los empleadores, los sindicatos, las marcas y los minoristas, la sociedad civil y los asociados para el desarrollo a fin de aprovechar los logros colectivos y crear lugares de trabajo que ofrezcan trabajo decente para todos.