En su informe a la Conferencia Internacional del Trabajo (54ª reunión, 1970), el Director General,
David A. Morse, recordaba el carácter excepcional del año 1969 para la OIT. En casi todos los
Estados Miembros,
se dieron disposiciones especiales para celebrar el cincuentenario de la Organización y para dar a conocer mejor los principios que la inspiran, los resultados obtenidos y las medidas adoptadas. La Organización de las Naciones Unidas, los organismos especializados que se le atribuye y diversas organizaciones intergubernamentales también se unieron a la celebración del cincuentenario.
Esta celebración fue coronada con la atribución a la OIT del Premio Nobel de la Paz. El 10 de diciembre de 1969 el Director General, acompañado por miembros de la oficina del Consejo de Administración de la OIT, recibió en nombre de la Organización, el Premio Nobel. La Sra. Aase Lionaes, Presidenta del Comité del Premio Nobel, dijo en esa ocasión: « Bajo la piedra de fundación del edificio principal de la OIT en Ginebra, existe un documento en el que está escrito: "Si vis pacem, cole Justitiam"- Si deseas la paz, cultiva la justicia. Son pocas las organizaciones que han logrado, en la medida que lo ha hecho la OIT, plasmar en una acción concreta la idea moral fundamental en que está basada [...] Durante estos últimos cincuenta años, la OIT ha adoptado más de 250 convenios y recomendaciones. Y, si bien no todos los 121 Estados Miembros han ratificado, ni mucho menos, todos estos convenios, creo que puedo afirmar que la Organización Internacional del Trabajo ha influido permanentemente sobre la legislación social de cada país ». (Ver.
Premio Nobel de la Paz 1969 (pdf 2,1 MB), p. 6, 10).
El Programa Mundial del Empleo (SME) se crea con un doble propósito: hacer del empleo productivo de una gran masa de la población uno de los principales objetivos de las políticas nacionales e internacionales de desarrollo, y ayudar a los Estados Miembros a desarrollar y aplicar planes de acción para lograrlo.
Así pues, como recordaba el Director General,
David A. Morse, en su informe a la Conferencia Internacional del Trabajo (63ª reunión, 1969), el PME requería la aplicación intensiva de todos los medios de acción de la OIT. Por lo tanto, era necesario ampliar la labor realizada en el marco de la
cooperación técnica y de la acción normativa integrando asimismo "un elemento importante de investigación, con el fin de esclarecer los múltiples problemas [que se planteaban] en materia de creación de empleos y de formación".
A lo largo de los años, el PME ha contado con amplio apoyo financiero de diversos gobiernos e instituciones internacionales (en particular, a través del
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo - PNUD, y del
Fondo de Población de las Naciones Unidas - UNFPA).